martes, 2 de marzo de 2010

Crecimiento personal

El gatito despertó pensando que quería ser un tigre y decidió que el plato de leche y las caricias del amo eran un freno para sus aspiraciones. Pero cuando logró su sueño, enseguida vio que no era para tanto y cada noche lloraba recordando el plato de leche, las caricias e incluso las visitas al veterinario. Deseó ser de nuevo una mascota y por eso se acercó a la ciudad buscando alguien que le adoptase. Pero ahora es una alfombra.